martes, 26 de mayo de 2015
domingo, 10 de mayo de 2015
Etapa nº 17 de 10/05/2015 Berja-Berja Recorrido corto de la Marcha Cicloturista "La Indomable" 145 km
Han pasado ya unos cuantos días desde que fuimos
a recorrer el trazado de la Marcha Cicloturista “La Indomable”, tiempo
suficiente para reflexionar e intentar ser lo más objetivo posible. Si al que
escribe estas líneas le hubiesen preguntado nada más acabar, posiblemente no
habría contestado, no porque no quisiera
o no le gustara la experiencia, sencillamente porque no había un solo gramo de
fuerza para articular palabra alguna. Por eso lo escribo ahora porque se lo
debo a mis compañeros de fatiga y al recorrido tan espectacular que vivimos.
Vayamos por orden y que mejor que cronológicamente:
7:00 Partimos de Chauchina Juanma y José
Antonio con dirección Ventas de Huelma para recoger a Paco.
7:30 Nos ponemos en marcha hasta Berja. En un
principio habíamos dicho de hacer la etapa desde La Rábita por quedarnos más
cerca y no estar tanto tiempo en coche, pero al final decidimos que ya que
estábamos a 30 km de Berja y ninguno teníamos prisa por volver mejor lo
hacíamos desde su origen. Decisión acertada.
9:00 Llegamos a Berja
9:26 Nos ponemos a la ruta, primeros kms de
ligera pendiente para caer bruscamente hacía Adra. En el descenso nos pega el
aire de costado izquierdo y cuesta mantener la bici recta, menos mal que
rápidamente giramos hacía la derecha y ahora el aire nos pega a favor, así lo
vamos a llevar hasta La Rabita.
10:44 Estamos en La Rábita y comenzamos el
ascenso a alto de Haza del Lino, 26 km nos queda.
12:16 Estamos a la altura de Sorvilán,
paramos en la Venta de San Marcos para llenar los bidones de agua. Llevamos ya
casi 20 km de ascensión. Las vistas son espectaculares. Nos queda la parte más
dura.
13:02 Por fin estamos arriba. Llevamos tres
horas y media para recorrer 60 km. En teoría ahora el terreno ya no es tan
duro, solo nos queda el alto de Mecina Bombarón que está a 20 km justo en la localidad de Cadiar.
14:34 Estamos en Cadiar, paramos a reponer
fuerzas, comer, beber, darnos un pequeño remojón en la fuente. Aprieta el
calor. Hemos tardado una hora y media en
recorrer 20 km, que en teoría deberían de haber sido de recuperación, pero el
terreno pestosillo y el aire de cara nos lo puso difícil.
15:15. Km 93 Estamos en Mecina Bombarón. El
alto del mismo nombre lo hemos pasado sin grandes dificultades, lo esperábamos más
duro. Paramos en la fuente a llenar los bidones de un agua fresca que viene muy bien.
16:00 Km 110. Nos encontramos en Ugíjar, el
terreno desde Mecina es muy favorable y las fuerzas se recuperan un poco. El
calor se deja sentir.
16:20 km 118. Cruce pasado Cherin con
dirección Lucainena, en teoría terreno con tendencia a bajar pero que según los
organizadores puede resultar muy duro por los continuos repechos. Damos fe.
17:35 km 136. Hemos coronado el repecho de
final del Pantano de Beninar y dejado atrás
18 km pestosos, con un calor sofocante, un aire de cara que te quema,
sin agua. José Antonio viene con calambres en los últimos kms que le obligan a
parar varias veces y relajar las piernas. Este último repecho lo sube ayudado
por Juanma que tira de él.
18:10 Berja. Por fin. Casi nueve horas desde que salimos, pero
cumplimos con el objetivo que era reconocer el terreno. Ahora veremos quién
vuelve el 6 de junio.
viernes, 1 de mayo de 2015
Etapa nº 16 de 1/05/2015 CHAUCHINA-LOJA-ZAFARRAYA-ALHAMA-MORALEDA-CASTILLO-CHAUCHINA 160 KM
Primero de mayo, día del trabajo, las cruces
en las calles, romerías, gente en las terrazas tomando cervecitas y disfrutando
del sol y nosotros qué, pues nosotros
trabajando en lo que nos gusta, en dar pedales, con alguna cruz que otra a
cuesta en algunos momentos y todo el día de romería campera disfrutando del sol
y de unos paisajes bellísimos, las cañas las llevábamos en el bidón y os puedo
asegurar que sabían a gloria como esa agua fresquita que manaba sin cesar de
una fuente en Alhama de Granada a la una de la tarde…
La etapa de hoy realmente comenzó unos días
antes cuando se puso el recorrido: estáis locos ¡¡¡¡ a dónde vais ¡¡¡ alguno
hasta dudaba pero mira por donde la apuesta era arriesgada pero firme como el
asfalto, ha sido nuestra primera etapa de gran fondo y ojo que no será la
última, avisados estáis, preparar los machos que dentro de poco a jugaaaaaaaar
por esas montañas, sube y baja y baja y sube hasta que el culo quede liso como
una patena.
A las ocho de la mañana empezaba la aventura,
Juanma, Paco, que viene de las Ventas de Huelma con 20 km ya, y José Antonio.
Nuestro lobito feroz al final no pudo salir, una pena porque mira que tenemos
ganas de que nos acompañe, otra vez será.
Manolo hoy no nos ha llovido ¡¡ te podías haber venido, todo raso.
Empezamos con mucho ánimo y con cautela menos
Juanma que le sale la buena forma por los cuatro costados, nos comenta que
tiene un ligero dolor en el muslo después de haber hecho un mal gesto con una pelota
de fútbol, pero como demonios se te ocurre jugar a eso ¡¡¡ Total, que se prueba
y no tiene otro mejor sitio que en la subida a Illora, manda pelotas con lo que
queda y el tío a dar leña nada más salir. Resultado de la prueba: está como un
toro miura así que ya os podéis imaginar como íbamos a ir el resto de la
jornada, a estacazo para que no nos durmamos.
Hasta cerca de Villanueva no aparece Samuel
que por razones familiares tiene que salir de Loja, la etapa transcurre con
buen ambiente pero la cosa empieza a no ir bien cuando el guía nos mete por un
laberinto de carreteras de servicio plagadas de hoyos, barros, piedras y demás trampas
anticiclistas, seguro que la noche anterior estuvo maquinando como demonios parar
al toro miura y al águila de las ventas. Total que después de unos insufribles
km por la carretera de servicio de Huetor a Loja, entramos en la ciudad de los
roscos para comernos no un rosco lojeño sino el repechón que circunvala la
población. Allí Juanma y J.A. tienen una mano a mano a plato limpio ante la
mirada atónita de Samuel que no se cree lo que hacen los dos locarias.
Tras una breve pausa de descenso de nuevo
otro rosco para alcanzar el puente sobre la autovía que nos deja en la
carretera dirección al puerto de los Alazores, como no, el amigo Juanma dice
que maricón el último, J.A. entra al trapo pero a falta de 100 metros le dice
que el trapo se lo coma él y todavía no ha empezado lo duro del día.
El puerto de los Alazores es tendido, amable,
engañoso y más largo que un día sin bici, 24 km pica que pica eso si con unas
vistas que hacen que el esfuerzo merezca la pena. Pero antes, en Venta del Rayo
hacemos una parada para llenar agua, Juanma como va delante no se entera y
cuando mira para atrás y no nos ve, cuando llega a nuestra altura el cielo azul
limpio de nubes se tornó tormentoso con rayos incluidos. No hubo víctimas pero
pasaron cerca, lo bueno es que tuvo que gastar algo de fuerzas. J.A. aprovecha
para intentar arreglar un problema con las calas, desde el terreno de los
baches y demás agujeros lleva un ñacañaca que lo está poniendo de mala leche,
pero nada, no hay manera el ruido sigue.
Retomamos la marcha a buen ritmo, Juanma se
va por delante con Paco muy cerca, un poco más atrás circulan Samuel y J.A. que
lleva su particular cruz con el dichoso ruido de la cala y para colmo se
percata que el strava no está grabando la ruta, el exabrupto que se le escapa
no se puede reproducir en esa crónica, queda feo así que cada cual ponga los epítetos que mejor convenga.
Con ese panorama llegamos al cruce con
Alfarnate, los paisajes increíbles, el ganado pastando, esos campos verdes, el
cielo azul, bucólico total pero las piernas ya empiezan a resentirse cuando la
carretera se pone un poco más dura, son los 4 últimos km de puerto y dos de
ellos hacen la marcha más lenta.
Coronado el Alazores nos lanzamos hacia
Zafarraya, y Ventas de Zafarraya donde
hacemos la segunda parada de la jornada justo en el cruce con Vélez-Málaga, el
boquete nos reta, pero eso lo dejaremos para otro etapón, de momento nos
avituallamos, reponemos líquidos y J.A. sigue con su particular guerra con la
cala y por fin da con el origen del grillerio: la cala se ha rajado por un
extremo y eso es lo que hace que rechine, como puede hace un apaño y aunque no
consigue eliminar el ruido del todo ahora es apenas perceptible.
Tomamos la carretera de los llanos, el aire
nos pega un poco a favor y vamos ligeritos hasta que a lo lejos divisamos un
rampón, es el primero de una serie de cuatro que nos van a sentar de maravilla
(es un decir). Esta serie de cotas se hace interminables, menos mal que hay
descensos y recuperamos un poco el aliento para la última cota, corta pero muy
dura.
Una vez pasado este tormento ya tenemos
Alhama a la vista, paramos a llenar los depósitos de agua y hacernos la foto
todos juntos. En este punto Samuel se va por la carretera de la Gallina y el
resto seguimos hacia Moraleda. El aire nos pega de costado y Paco se resiente
un poco aunque el siempre dice lo mismo: “voy bien”, pues nada a seguir. La
rampa de subida a Moraleda con los km que llevamos es como un grano metido en
el ojo, incordia. El calor se hace patente, tenemos las caras coloradas como
tomates, la sal se nota como brota de la piel. Ya queda menos pero de nuevo la
carretera se empina al atravesar los tablazos, no es muy largo el repecho pero
a estas alturas cualquier elevación es un vía crucis, encima la carretera no
está muy bien incluso tenemos que atravesar 400 metros sin asfalto.
Una vez en la carretera del Turro a Castillo,
de nuevo Juanma da un arreón, mira que tiene ganas el cabrito, solo le falta
ponernos sobre la plancha y asarnos vivos. A las dos y media llegamos a
Castillo, 140 km clavados. Aquí Paco toma dirección Chimeneas y Juanma y J.A.
se larga por Peñuelas, que ganitas de llegar, todo cuesta abajo ya no queda más
rampas, solo el llano desde Lachar hasta Chauchina que como no podía ser de
otra manera arreando que es gerundio. Llegada al punto de partida, se aparcan
las bicis a la sombra mientras sus amos dan cuenta de unas cervezas frías y
espumosas. Etapón para el cuerpo, la próxima a donde?, se admiten sugerencias
pero ya sabéis nada de etapas de juguete….
Bravo por mis colegas, Juanma que está hecho
una máquina, sube, baja, espera se da la vuelta, vuelve a subir y hasta nos
echa la bronca, tiene fuerzas para todo. Paco, el águila de las Ventas, me
quito el sombrero y lo que haya que quitarse, no le tiene miedo a nada, siempre
al pie del cañón y siempre haciendo sus 40 km más que el resto, juventud divino
tesoro. Samuel bravísimo, dejó atrás sus miedos a las tres cifras, hoy se ha
hecho 130 km y los últimos en solitario, dentro de poco lo veremos llegando a
los 200. Y del que escribe que hablen otros, me retumba la cabeza del ñacañaca
de la cala. Esto es todo amigos, hasta la próxima.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)