Salida del viernes 28/02/2014. A las nueve y
cuarto de la mañana y con un temperatura fría, solo 6 grados sobre cero, nos dábamos
cita en el bar de nuestro compañero Jorge, Manolo García, Isidro, ,Juanma, Paco
Rivera y José Antonio. Poco a poco vamos saliendo más gente, y eso es un gran
aliciente. La etapa la hemos hecho hoy debido a las nefastas previsiones para
el domingo, con lluvia al 100% de probabilidad, así que no era plan de
desaprovechar un día con sol. Jorge
reestrenaba su orbea después del fatídico accidente gracias a un arreglo de
Manolo García, eso sí, nos dio un autentico recital de diversos sonidos, su
bicicleta parecía más bien una pequeña orquesta aumentando su sonoridad con los
chepazos de Jorge. Bueno, vayamos al grano, la etapa de hoy de unos 60 km
aproximadamente nos llevaba hacia la localidad de Olivares, pequeña pueblo con
encanto al abrigo del imponente Peñón Bermejo y con su famoso rio velillos, no
se puede dejar de admirar ese sendero por el rio con puente colgante incluido,
donde alguno hubiera preferido a disfruta de una cervecita a tener que subir el
pequeño alto de Olivares, tres km un desnivel medio del 4,5%, pero con el
primer km más duro que el resto al 7%.
Hasta
Olivares, paz y amor como diría el spot publicitario, salvo algún que otro
tironcillo por parte del incombustible manolo, que desde que dejo de hacer la
cabra por esos montes de dios, se ha tomado la carretera a lo grande. La subida
a Olivares comienza moderadamente, yo, el que escribe, osea J.A. intento poner
un ritmo sostenible para mis piernas claro, a ver hasta donde llego, y sin
rubor admito que coloco mi socorrido triple plato, el 32 con un 19 de piñón,
que me permitía moverlo con facilidad. Mi sorpresa es que nadie de las “máquinas”
que vienen conmigo se pone delante, pues yo a lo mío, voy combinando momentos
sentado y momentos de pie, pero después de pasado la mitad, osea kilometro y
medio me pasa factura y veo como me van pasando uno y otro. Bueno en cierta
manera me doy por satisfecho. De la cabeza no puedo decir nada más,
sencillamente porque ni los vi en la lejanía, así que supongo que pondrían un
ritmo fuerte ya que el último km es mucho más suave.
La
reagrupación se hace al final de la bajada ya camino del pantano de cubillas,
sin más novedades que en la gasolinera que hay antes del pantano hacemos una
pequeña parada. El resto de la etapa, ya sin dificultades orográficas, se hace
a buen ritmo ayudado por el descenso suave hacia Pinos Puente, donde tomamos
camino de Alitaje y de allí a Fuentevaqueros y Chauchina. Etapa corta, solo 60
km, pero que nos ha permitido contar con la presencia de nuevos compañeros que
antes no habían salido con nosotros. Poco a poco iremos aumentando el km y la
dureza, la marcha de los nazaríes está a menos de dos meses y hay que ponerse
bien. Un saludo muy afectuoso a Paco y Juanma que no conocía y también para
Isidro que me acompaño en algún momento crítico camino del pantano. A todos
gracias por esta nueva etapa. Hasta la próxima.