domingo, 6 de julio de 2014

Etapa 23 06/07/2014 Chauchina-El Dornajo-Güejar Sierra-Granada-Chauchina 91 km



Hoy hemos tenido que improvisar ya que la etapa prevista, la de Alfarnate, no se ha podido hacer por razones logísticas, no teníamos los suficientes coches para llevar las bicicletas hasta Loja. En un principio habíamos decidido ir dirección Beas de Granada, pero sobre la marcha nos decantamos por subir hacía la sierra y dicho y hecho. Nicolás, Manolo, Paco, Samuel y José Antonio son los aventureros de la jornada de hoy. Llegamos a Pinos Genil a ritmo tranquilo, con muy buen temperatura y algunos como el caso de Manolo con el ansia en el cuerpo de dar rienda suelta a la vena escaladora, pronto se nos escapa de la vista al igual que Paco, el aguilucho de Ventas. Ponto se quedan Nicolás y J.A. ya que Samuel que venía por detrás los adelanta.
Espectacular vista del pantano de Canales
Para quien escribe esta crónica, J.A., es la primera vez que sube a la sierra, y como uno ya es perro viejo prefiere dejar los fuegos artificiales para otra ocasión y se queda con Nicolás que el hombre lo está pasando un poco regular, aunque las rampas al principio no son muy duras, el calor empieza a hacer de las suyas y las gotas de sudor se convierten en cascadas. Entramos en el tramo de tres carriles, la carretera se empina y Nicolás tiene que parar un par de veces a tomar aire, ya nos queda poco para llegar a una zona de pendiente menos dura.
Nicolás en un momento de descanso
Poco a poco vamos subiendo, los km caen y entre las vistas y alguna que otra charla con los que nos van pillando por detrás la subida se hace más llevadera.  Hacemos una parada en el cruce con el alto de el purche para saber donde están el resto de compañeros y retomamos la ruta, al poco vemos a Samuel que viene a nuestro encuentro y juntos ya nos dirigimos hacia el dornajo, donde ya todos juntos hacemos la parada del día para comer y reponer líquidos.
Un poco más adelante está el cruce con la carretera que nos lleva a Güejar Sierra, bajamos por Hazallanas, la bajada se hace pesada debido a las fuertes pendientes, Paco se maneja con dificultad en este terreno y J.A. se queda con él. Poco a poco van cayendo los indicadores de la pendiente, 24%, 23%, 22%, una serie interminable de dos dígitos, menos mal que hay algún descansillo al 8%, 9%....
Terminado el infierno de Hazallanas (y eso que lo bajamos), la vuelta para casa es coser y cantar, todo para abajo y con la sensación de que podíamos haber continuado hacia Pradollano, pero bueno, no ha estado mal para ser una ruta improvisada. Pronto volveremos a la sierra ¡¡

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