Hoy hemos tenido que improvisar ya que la
etapa prevista, la de Alfarnate, no se ha podido hacer por razones logísticas,
no teníamos los suficientes coches para llevar las bicicletas hasta Loja. En un
principio habíamos decidido ir dirección Beas de Granada, pero sobre la marcha
nos decantamos por subir hacía la sierra y dicho y hecho. Nicolás, Manolo,
Paco, Samuel y José Antonio son los aventureros de la jornada de hoy. Llegamos
a Pinos Genil a ritmo tranquilo, con muy buen temperatura y algunos como el
caso de Manolo con el ansia en el cuerpo de dar rienda suelta a la vena
escaladora, pronto se nos escapa de la vista al igual que Paco, el aguilucho de
Ventas. Ponto se quedan Nicolás y J.A. ya que Samuel que venía por detrás los
adelanta.
Espectacular vista del pantano de Canales |
Para quien escribe esta crónica, J.A., es la
primera vez que sube a la sierra, y como uno ya es perro viejo prefiere dejar
los fuegos artificiales para otra ocasión y se queda con Nicolás que el hombre
lo está pasando un poco regular, aunque las rampas al principio no son muy
duras, el calor empieza a hacer de las suyas y las gotas de sudor se convierten
en cascadas. Entramos en el tramo de tres carriles, la carretera se empina y
Nicolás tiene que parar un par de veces a tomar aire, ya nos queda poco para
llegar a una zona de pendiente menos dura.
Nicolás en un momento de descanso |
Poco a poco vamos subiendo, los km caen y
entre las vistas y alguna que otra charla con los que nos van pillando por
detrás la subida se hace más llevadera. Hacemos
una parada en el cruce con el alto de el purche para saber donde están el resto
de compañeros y retomamos la ruta, al poco vemos a Samuel que viene a nuestro
encuentro y juntos ya nos dirigimos hacia el dornajo, donde ya todos juntos
hacemos la parada del día para comer y reponer líquidos.
Un poco más adelante está el cruce con la
carretera que nos lleva a Güejar Sierra, bajamos por Hazallanas, la bajada se
hace pesada debido a las fuertes pendientes, Paco se maneja con dificultad en
este terreno y J.A. se queda con él. Poco a poco van cayendo los indicadores de
la pendiente, 24%, 23%, 22%, una serie interminable de dos dígitos, menos mal
que hay algún descansillo al 8%, 9%....
Terminado el infierno de Hazallanas (y eso
que lo bajamos), la vuelta para casa es coser y cantar, todo para abajo y con
la sensación de que podíamos haber continuado hacia Pradollano, pero bueno, no
ha estado mal para ser una ruta improvisada. Pronto volveremos a la sierra ¡¡
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