domingo, 18 de mayo de 2014

Etapa 16 18/05/2014: Chauchina-Nigüelas-Chauchina 100 km.



Etapa de casi cien kilómetros la que hemos disfrutado este último domingo. La ruta nos llevaba hasta Nigüelas atravesando por la Malaha, Padúl y Dúrcal y vuelta por el mismo camino salvo el final que lo hicimos por Vegas del Genil.
A las 8 de la mañana nos poníamos a la faena Jorge, Samuel y José Antonio. Por diversas razones el resto de los habituales no salieron. A pesar de estar ya en pleno mes de mayo el calor de los últimos días no hizo presencia, también faltó. Un día soleado pero relativamente frio que se notaba en los brazos nada más empezar.
Bonita vista de Sierra Nevada desde Nigüelas
Una vez pasada la localidad de Santa Fe, comenzamos a subir lentamente hasta lo que unos llaman el alto de las palmeras donde Jorge corona primero. La corta bajada permite la reunificación del grupito ya que Samuel se había quedado un poco descolgado. En esta zona, hasta el suspiro del moro, el aire casi siempre hace presencia y hoy no podía ser menor, pero no con tanta intensidad lo que permitió rodar alegremente y plantarnos en las rampas del Suspiro del moro. Esta subida, corta hace que entremos en calor y así Jorge y José Antonio tienen un mano a mano en la cual a mitad Jorge cede y corona José en solitario. El descenso es rápido y salvo una pequeña parada que hicimos para ajustar el cambio de Jorge que tan amablemente resolvió un colega, nos plantamos en el repecho de la variante de Dúrcal. A la carga de nuevo Jorge al que se le pega como una lapa Samuel, esta vez es José Antonio el que no entra al trapo y se queda más rezagado. Los dos llegan juntos al final y tras recuperar aliento y todos juntos comenzamos a subir hacía Nigüelas, una rampa de apenas kilometro y medio no muy duro y de nuevo Jorge y Samuel que se van.
Tras unos cafelitos calentitos, el día lo pedía, y después de unas fotillos contemplado el hermoso paisaje de Sierra Nevada, ponemos rumbo de vuelta. La primera parte hasta Padúl se hace muy rápida, con miembros de una peña de Maracena. La subida por esta vertiente del Suspiro del moro es más tendida pero más larga y con el agravante del aire que empezaba a sentirse con más fuerza. Así, juntos y con Jorge tirando del carro llegamos al último repecho donde se suceden los acelerones de Jorge al que responde José Antonio llegando los dos a la cima y quedando Samuel retrasado.
El resto de la etapa se hace a ritmo muy alegre, el terreno es ya muy favorable y nos vamos distrayendo durante un buen trecho con las maniobras de varios helicópteros de la base de Armilla.
Esta paz y tranquilidad solo se vió alterada cuando a falta de unos 2 km para llegar al cruce con Belicena nos paso una grupeta que venía  a mil por hora, nos enganchamos como pudimos pasando de los placidos 35 km/h a ponernos a 45 km/h, una serie en toda regla, menos mal que las máquinas tomaron dirección contraria a la nuestra….
Resumiendo, una etapa larga, sin puertos significativos pero con subidas cortas que alegraron el cotarro, con un Jorge batallador todo el día que tuvo que lidiar con los relevos que se daban Samuel y José Antonio. 



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