domingo, 10 de agosto de 2014

Etapa 29 10/8/2014. Antequera-Campillos-Siete Lagunas-Campillos-Antequera 85 km






Gran etapa la vivida hoy y que hemos compartido con el Club Ciclista El Torcal de Antequera. La semana pasada tuvimos el honor de que un miembro de la peña antequerana, Juan Ruiz del Pino, nos visitara y compartiera ruta con nosotros. Este domingo hemos sido nosotros, Samuel y José Antonio, los que nos hemos desplazado hasta la localidad malagueña para hacer la etapa con ellos.
Hemos vivido una gran etapa, siempre arropados y disfrutando tanto de la compañía como de los paisajes novedosos.
José Antonio, Juan y Samuel
A las ocho y media se da la salida, por delante tenemos una etapa que casi llega a los 90 km y que discurre por terreno prácticamente llano, por lo menos así lo dice las altimetrías, pero como casi siempre ocurre luego hay sus pequeñas subidas que elevan la tensión y hace que el grupo se rompa.  La salida es facilona y el rodar se hace cómodo ayudado porque el terreno pica para abajo. Casi sin darnos cuenta rodamos a 30 km/h hasta que llega un fuerte repecho en la carretera que nos lleva a Campillos una vez sobrepasado la estación de Bobadilla. El fuerte ritmo que pone Juan Ruiz del Pino y Pepe solo lo aguanta José Antonio, el resto del grupo decide ir más tranquilos quedando Samuel entre medias. Por delante figura otro grupo de unas cinco unidades que se había escapado mucho antes.
Pantano de Guadalhorce
En la localidad de Campillos, el trío se confunde y tras recorrer apenas un 1 km tiene que volver para atrás lo que hace que una vez en la carretera correcta  se unan al coche de cierre junto con la pareja del tándem.
La carretera que va hacia el pantano de Guadalhorce es estrecha y descarnada lo que no hace para nada agradable el pedaleo. Terreno llano entre olivos y a ambos lados se supone que debían de estar las lagunas, pero ni rastro de ellas, están totalmente secas, estamos en Agosto y en el sur de España, la combinación perfecta para que no veamos ni rastro de agua.
Menos mal que la tortura no dura mucho y una vez que iniciamos el descenso hacía el pantano de Guadalhorce el cruce con la carretera que nos lleva de nuevo a Campillos está relativamente cerca y si a eso le añadimos que la carretera cambia a mejor y divisamos las últimas unidades del grupo que habíamos dejado camino de Campillos, el pedaleo se hace más intenso terminando por cazar a todos ellos y teniendo aun un poco de terreno para sobrepasarlos y llegar el trío al descanso de Campillos con un poco de ventaja.
Buscando las sombras
Tras el merecido descanso y una vez todos reagrupados, de nuevo a la ruta para completar los 30 km que nos separa de Antequera. Como está todo el grupo, no tarda mucho en asomar por la cabeza los “máquinas” que ponen al grupo en fila de a uno, 30, 35, 40, 45 km/h,  se rueda deprisa y entra un poco de aire costado. Tras unos arreones, el grupo se parte, José Antonio se echa a un lado y Juan se ve obligado a hacer un esfuerzo extra para no perder la rueda de la locomotora que sigue aumentando la velocidad.
Samuel viene un poco cortado y al poco de unirnos se le sale la cadena, antes había partido un radio, otra salida con incidencias para el bueno de Samuel. Nos metemos en otro grupeto y ya con ritmo más tranquilo llegamos al siguiente punto de reagrupación que estaba en Bobadilla.
Tras una breve parada de apenas 5 minutos, retomamos la marcha pero eso si a un ritmo muy tranquilo, Antequera está cerca y la cera ya está más que agotada. El terreno va picando para arriba y tras sobrepasar el indicador de la localidad, se desata la batalla final en el repecho que conduce a la plaza de toros. José Antonio decide no entrar en esa batalla, pero Samuel si haciendo el último esfuerzo y llegando a pocos metros de la cabeza.
Con nuestro gran anfitrión Juan Ruiz del Pino
Son las doce y media, 31 grados y la etapa realizada sin contratiempos salvo el radio roto de Samuel.
Como ya hemos dicho al principio, un gran día, rodeados de compañeros que nos han acogido muy bien, disfrutando del paisaje, y de esos piques que son como la salsa en las comidas.
Muy probablemente tendremos de nuevo ocasión de compartir ruta, esta vez en territorio granaino y nada más y nada menos que en las pendientes de Sierra Nevada, un marco excepcional para poder hacer una jornada de ciclismo de altura tanto a nivel personal  como de recorrido.
Muchas gracias a Juan Ruiz del Pino por ser nuestro anfitrión y a todos los miembros del Club Ciclista el Torcal por su amabilidad.
Nos veremos pronto ¡¡¡

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