Gran etapa la vivida hoy y que hemos
compartido con el Club Ciclista El Torcal de Antequera. La semana pasada
tuvimos el honor de que un miembro de la peña antequerana, Juan Ruiz del Pino,
nos visitara y compartiera ruta con nosotros. Este domingo hemos sido nosotros,
Samuel y José Antonio, los que nos hemos desplazado hasta la localidad
malagueña para hacer la etapa con ellos.
Hemos vivido una gran etapa, siempre arropados
y disfrutando tanto de la compañía como de los paisajes novedosos.
José Antonio, Juan y Samuel |
A las ocho y media se da la salida, por
delante tenemos una etapa que casi llega a los 90 km y que discurre por terreno
prácticamente llano, por lo menos así lo dice las altimetrías, pero como casi
siempre ocurre luego hay sus pequeñas subidas que elevan la tensión y hace que
el grupo se rompa. La salida es facilona
y el rodar se hace cómodo ayudado porque el terreno pica para abajo. Casi sin
darnos cuenta rodamos a 30 km/h hasta que llega un fuerte repecho en la
carretera que nos lleva a Campillos una vez sobrepasado la estación de
Bobadilla. El fuerte ritmo que pone Juan Ruiz del Pino y Pepe solo lo aguanta
José Antonio, el resto del grupo decide ir más tranquilos quedando Samuel entre
medias. Por delante figura otro grupo de unas cinco unidades que se había
escapado mucho antes.
Pantano de Guadalhorce |
En la localidad de Campillos, el trío se
confunde y tras recorrer apenas un 1 km tiene que volver para atrás lo que hace
que una vez en la carretera correcta se
unan al coche de cierre junto con la pareja del tándem.
La carretera que va hacia el pantano de
Guadalhorce es estrecha y descarnada lo que no hace para nada agradable el
pedaleo. Terreno llano entre olivos y a ambos lados se supone que debían de
estar las lagunas, pero ni rastro de ellas, están totalmente secas, estamos en
Agosto y en el sur de España, la combinación perfecta para que no veamos ni
rastro de agua.
Menos mal que la tortura no dura mucho y una
vez que iniciamos el descenso hacía el pantano de Guadalhorce el cruce con la
carretera que nos lleva de nuevo a Campillos está relativamente cerca y si a
eso le añadimos que la carretera cambia a mejor y divisamos las últimas
unidades del grupo que habíamos dejado camino de Campillos, el pedaleo se hace
más intenso terminando por cazar a todos ellos y teniendo aun un poco de
terreno para sobrepasarlos y llegar el trío al descanso de Campillos con un
poco de ventaja.
Buscando las sombras |
Tras el merecido descanso y una vez todos
reagrupados, de nuevo a la ruta para completar los 30 km que nos separa de
Antequera. Como está todo el grupo, no tarda mucho en asomar por la cabeza los
“máquinas” que ponen al grupo en fila de a uno, 30, 35, 40, 45 km/h, se rueda deprisa y entra un poco de aire
costado. Tras unos arreones, el grupo se parte, José Antonio se echa a un lado
y Juan se ve obligado a hacer un esfuerzo extra para no perder la rueda de la
locomotora que sigue aumentando la velocidad.
Samuel viene un poco cortado y al poco de
unirnos se le sale la cadena, antes había partido un radio, otra salida con
incidencias para el bueno de Samuel. Nos metemos en otro grupeto y ya con ritmo
más tranquilo llegamos al siguiente punto de reagrupación que estaba en
Bobadilla.
Tras una breve parada de apenas 5 minutos,
retomamos la marcha pero eso si a un ritmo muy tranquilo, Antequera está cerca
y la cera ya está más que agotada. El terreno va picando para arriba y tras
sobrepasar el indicador de la localidad, se desata la batalla final en el
repecho que conduce a la plaza de toros. José Antonio decide no entrar en esa
batalla, pero Samuel si haciendo el último esfuerzo y llegando a pocos metros
de la cabeza.
Con nuestro gran anfitrión Juan Ruiz del Pino |
Son las doce y media, 31 grados y la etapa
realizada sin contratiempos salvo el radio roto de Samuel.
Como ya hemos dicho al principio, un gran
día, rodeados de compañeros que nos han acogido muy bien, disfrutando del
paisaje, y de esos piques que son como la salsa en las comidas.
Muy probablemente tendremos de nuevo ocasión
de compartir ruta, esta vez en territorio granaino y nada más y nada menos que
en las pendientes de Sierra Nevada, un marco excepcional para poder hacer una
jornada de ciclismo de altura tanto a nivel personal como de recorrido.
Muchas gracias a Juan Ruiz del Pino por ser
nuestro anfitrión y a todos los miembros del Club Ciclista el Torcal por su
amabilidad.
Nos veremos pronto ¡¡¡
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