Primer domingo de febrero y como es tradición
comienza la temporada Cicloturista de las peñas granadinas haciendo una ofrenda
a la Virgen de Dorleta en el alto del Suspiro del Moro.
Mañana fría y con aire, no tanto como el día
anterior, pero que no dejó de ser un incordio durante toda la etapa.
A la nueve de la mañana nos ponemos en
camino: Juanma, Samuel, Antonio que volvía de nuevo a la peña después de unos
meses de inactividad, Paco, Miguel, Amador y J.A. Siguen sin aparecer algunos
históricos de la peña, dicen las malas lenguas que entrenan a escondidas
esperando que el sol caliente un poco más….
El recorrido de hoy era corto, solo 71 km y
sin apenas dificultades orográficas, solamente los 20 primeros km camino de
Ventas de Huelma de sobra conocidos por sus rampas escalonadas marcan un poco
la diferencia subiendo cada uno a su ritmo.
Hasta La Malahá todos agrupados, el terreno
cuesta abajo se agradece pero el aire nos pega de costado izquierdo, hay que
llevar cuidado y estar atento a los posibles bandazos. Pro previsión de heladas
la carretera está sembrada de sal. Una vez que giramos en la Malaha a la
derecha ahora tenemos el aire a favor y se nota como ya no hace tanto frio y el
personal se anima un poco. Paco suelta un arreón y casi se planta en el Suspiro
del Moro en solitario, pero Juanma y J.A. le dan alcance justo antes de llegar
al Rte. Mayerling. La subida final se hace tranquilamente pero Paco se empeña
en llegar primero y de nuevo se escapa llegando el primero.
Tras un breve descanso para reponer fuerzas y
rogar por todos los compañeros cicloturistas nos hacemos la foto de la grupeta
rodeados de una cantidad grande de colegas de otras peñas. Las tradiciones
están para cumplirlas y esta es una de las más respetadas por todos.
La vuelta se hace muy llevadera, el camino es
llano y picando para abajo, el sol empieza a calentar un poquito pero el km de
bajada desde el alto a más de uno lo deja agarrotado de frio.
Vadeando el rio se pegan unos cuantos tirones
que rompen el grupo pero como son pocos km, enseguida nos reagrupamos y
llegamos a Chauchina sin novedad. Al final nos esperan unas sabrosas tapas en
el Bar Marineto donde nuestro desaparecido Jorge nos espera. De nuevo las malas
lenguas dicen que como ya tiene cuadro nuevo no le hacía falta ir al Suspiro de
Moro y provocar otra caída…
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