Sexta etapa de la temporada, 78 km con un
recorrido nada exigente salvo la subida a Castillo de Tajarja que aunque corta,
tan solo un kilometro, hay que echarle ganas.
A las nueve de la mañana como es habitual por
estas fechas se dan cita en el Bar Marineto, Juanma, Paco, Nicolás y José
Antonio. Hacía tiempo que no salíamos tan pocos, pero entre el frio y los
compromisos han mermado el plantel de salida.
Mañana muy fría pero sin aire lo cual ha sido
un factor decisivo para que la etapa fuera llevadera.
La salida se hace a ritmo alegre para entrar
en calor rápidamente y hasta pasado Pinos Puente no empiezan a aparecer los problemas
de Nicolás. En la ligera subida hasta Obeilar se le nota que no va bien, tantos
días sin salir se nota.
El camino hacía Lachar es facilón y cuando la
carretera toma dirección Peñuelas-Castillo Tajarja los nubarrones se ciernen
sobre Nicolás, pasando un autentico calvario hasta llegar a Castillo. Paco por
delante, a su ritmo, nos espera en Castillo. 
Tras una breve parada para comer algo
retomamos la ruta no sin antes pertrecharnos con unas hojas de periódico, la
bajada hacía Chimeneas va a ser muy fría y hay que ser precavidos.
Al poco de salir de Chimeneas y en plena
carretera del desierto vemos como nos cae ligeros copos de nieve, nos llama la
atención ver el sol y nevando tímidamente. Esa alegría dura poco, en apenas 2
km, desaparece para dar paso a una calma chicha. No corre nada de aire y el
azul del cielo es intenso, como intenso
es el calvario de Nicolás que al más mínimo desnivel se queda.
Pasada la Malahá tomamos rumbo a Santa Fe,
descenso tranquilo y sobre la una de la tarde ya estamos dando cuenta de las
tapas del amigo Jorge.
Etapa sin más novedades. Nicolás compañero a
pasar el mal trago y para el domingo que viene en primera línea de combate.
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