Etapa nº7 de la temporada y primera con agua.
El día se presenta muy nuboso y con una alta probabilidad de lluvia según los
partes meteorológicos, pero como siempre ocurre puede más el corazón que la
razón y a las siete de la mañana ya se está mirando por la ventana viendo lo
que no se quiere ver pero…
A las nueve nos presentamos Juanma, José
Miguel y José Antonio, como ya he dicho antes, el día pero no se puede
presentar pero nos agarramos a que no está lloviendo aunque la carretera está
mojada. Tras concretar las posibles escapatorias en caso de que caiga la temida
lluvia nos ponemos en marcha para completar los teóricos 72 km que dice el
libro de ruta.
No hace mucho frio pero si un aire que por
momentos molesta pero es llevadero, de vez en cuando pero aisladamente arrecia
un poco más lo que hace que una fina lluvia nos moje pero nosotros a lo
nuestro, empezamos a poner un buen ritmo a ver si pasa cuanto antes los km.
La primera dificultad del día, el alto de
Illora, la pasamos sin contratiempos con José Miguel y Juanma por delante y
J.A. un poco detrás. Camino de Ventas de
Algarra un poco de relax tanto en las piernas como en el tiempo que parece que
quiere aclarar. La subida de Ventas de Algarra la hacemos cada cual como puede,
es corta pero dura. Bajada hacía Tiena y Olivares con precaución por el
barrillo. En Olivares hacemos la parada refugiados en un garito que hay a la
entrada del pueblo con sus asientos de hierro. Tras la foto del minigrupo,
partimos hacia la tercera dificultad, el alto de Olivares, con un poco de aire
pero con el sol saliendo que se agradece. Sobra decir cuál es el orden en lo
alto, se repite lo mismo de Illora y Ventas de Algarra.
La bajada de Olivares es de lo peor que te
puedes encontrar, carretera descarnada, baches, y demás lindezas y encima con
barrillo, aire y un poco de agua, vamos una bajada para olvidar, menos mal que
el frio no hace presencia.
Hasta el pantano de Cubillas ya vamos en
grupo a buen ritmo y en poco tiempo nos plantamos en Atarfe que bordeamos por
la circunvalación para tomar posteriormente la carretera hacía Fuentevaqueros.
Tremendo estos 5 kilómetros, con un aire de cara que nos hace eterno el final
de la etapa, menos mal que de Fuentevaqueros a Chauchina el aire nos respeta y
llegamos sin problemas al avituallamiento final en “ca Jorge”.
Día que apetecía pasar en la cama, pero al
final otra etapa más para el zurrón. De vez en cuando una etapita así con su
aire su agua su barrito y las caras sucias hacen grande a la bicicleta.
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