La primavera se acerca, los nubarrones se
alejan, el viento en calma, el sol en todo lo alto disipando el frio invernal,
todos los ingredientes dispuestos para una gran mañana de bicicleta.
Y para no desentonar, hoy la presencia ha
sido notable, nuestros compañeros Antonio y Nicolás por fin se han dejado ver,
Antonio con bicicleta nueva por fin ha visto el momento de estrenarla y Nicolás
duro como siempre tampoco se amilanó. También contamos con la presencia por primera
vez de Antonio Maldonado Ruiz de la mano de José Miguel Rodríguez, el cual hoy
se ha ganado el reconocimiento de todos ante la fatal avería que tuvo Samuel,
nada menos que rotura de la cadena, pero allí estaba José Miguel para en un
abrir y cerrar de ojos arreglar la avería, haciendo un trasplante de eslabón de
su cadena a la de Samu, bravo, sí señor, todo un cirujano en ruta.
También por primera vez nos ha acompañado
Carlos Javier Rodríguez, ya lo conocíamos de un par de salidas con la Peña
Ciclista de Antequera, pero hoy se ha desplazado desde Granada para pasar un
rato con nosotros, el rato al final le ha salido por casi 160 km, toda una gran
etapa que seguro le va a venir muy bien para su inminente participación en el Gran
fondo diecicolli por tierras italianas, toda una aventura que deseamos que sea
todo un éxito.
El resto del personal, los de siempre: Paco,
Samuel y J.A. que por fin ha cambiado de bicicleta, otro que venía de estreno y
parece ser que ha dado de lleno en la elección.
La salida a las 8:30, con fresquete pero con
mucho ánimo, por delante el coloso de Parapanda nos iba a quitar el frio. A la
altura de Illora nuestros amigos Antonio y Nicolás cambian de dirección,
decisión lógica ya que con las pocas salidas que tenían afrontar Parapanda iba
a ser un suplicio. El resto hacemos la ruta programada y tras superar el alto
encaramos el descenso camino de Montefrio. Una paradita pasado Montefrio para
comer algo y llenar los bidones de agua y de nuevo en descenso rápido hacia
Huétor, terreno con toboganes que animan al personal a poner a prueba las
piernas. Tras la tempestad vuelve la calma y todos juntos en Huétor encaramos
la parte final, pero a la salida de Villanueva y justo al empezar la cuesta de
talancos la cadena de Samuel hace crack, nos tememos lo peor, pero allí estaba
José Miguel demostrando su profesionalidad y arreglando la avería en tiempo
record.
El resto de la etapa se hace a ritmo
tranquilo pendientes de como iría el apaño de la cadena, pero como era de
esperar todo transcurrió normalmente. Unos cuantos kms rodamos en compañía de
una grupeta que iban para Granada para separarnos a la altura de Obeilar.
Al final un merecido refrigerio en el bar de
nuestro compañero Jorge y patrocinador Bar Marineto, sobre todo para darle
envidia a ver si se anima ya de una vez.
Salvo por el incidente de la cadena, ha sido
un día de los buenos, con la presencia de nuevos amigos que hace que la pasión
por la bicicleta cada día sea mayor. Muchas
gracias tanto a Antonio Maldonado Ruiz y Carlos Javier Rodríguez por su
compañía, ha sido un verdadero placer compartir con ellos una mañana de
ciclismo y os esperamos cuando queráis.
El domingo que viene más.
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