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La niebla no acompañó una buena parte del recorrido |
Último domingo de marzo y de nuevo el frio,
parece que este año no nos quiere abandonar. En enero me despojé de las
perneras, y hasta ahora he hecho todas las etapas con el culote corto, pero hoy
no he tenido más remedio que claudicar ante Don Frio, abrigado hasta las cejas,
pero no solo recibí en el día de hoy esa visita gélida sino que además se
presentó, como casi siempre lo hace, el tío del mazo, Monsieur mazó como dirían
los gabachos o la pájara como mejor queda definida en el argot ciclista, y de
nuevo con el cogote agachado, la lengua seca, la mirada perdida viendo como el asfalto
se hace más negro y la rampa de Moraleda, corta pero exigente, convertida en un
Tourmalet inacabable. Prácticamente y en esencia he descrito la etapa de hoy
para mi, un autentico suplicio que no me permitió disfrutar de una ruta
atractiva, con unos paisajes que nunca había visto, primero con la niebla y el
frio y luego con el pajarón que llevaba encima, pero bueno esto va en el sueldo
de ciclista, no ha sido la primera ni será la última.
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Samuel, nuestro gran anfitrión |
Pero vayamos a la otra película de la etapa,
situémonos en el tiempo y más concretamente a las ocho y cuarto de la mañana,
hoy tocaba madrugar más porque la etapa salía de Loja, donde nos esperaba
Samuel, merito el suyo que viviendo tan
lejos, viene a Chauchina para salir con nosotros, pues hoy nos tocaba ir a sus
territorios. De salida la primera baja, Manolo avisa que no va a salir, se nos
cae el rey de la montaña y eso que hoy tenía terreno para hacer de las suyas.
Pues en esas que cargamos las bicicletas en el coche de Jorge y en mi coche
Juanma, nos vamos para Loja, en media hora de autovía nos plantamos allí, y sin
perder tiempo y unos cuantos ajustes de indumentaria salimos a la ruta: Loja,
Salar, Alhama de Granada, Santa Cruz del Comercio, Moraleda, Huetor Tajar y
Loja, unos 78 km aproximadamente.
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Jorge el halcón de dos ruedas |
La salida se hace tranquila pero a los pocos
km en la localidad se Salar comienza la carretera a empinarse y así estaremos
hasta el km 20. Una subida larga sin muchos desniveles y con bastantes
descansillos que viene muy bien, lo de descansillos es un decir, porque el
amigo Jorge hoy tenía ganas de volar y vaya si voló. Al principio de la subida
me pongo delante para intentar poner un trote asequible pero es que este Jorge
no sabe ir detrás, no aguanta ni un minuto cuando dice que el ritmo lo pone él,
y ya estamos con la lengua fuera, casi toda la subida de los primeros cinco km
la hace el delante y yo haciendo la goma. Juanma y Samuel detrás, de cháchara,
a su ritmo. A mitad de subida bajo Samuel se va con Jorge, le veo pedalear
fácil, en cambio yo ya noto los primeros síntomas de que hoy la cosa no va
bien, y así los veo marcharse entre la niebla,
con el permiso de Espronceda y parafraseando su famoso poema:
“carretera en popa a toda marcha
no corta la niebla sino vuela
un halcón de dos ruedas”
Licencias aparte, la verdad es que hoy Jorge
está que sale, como se nota que durante la semana ha salido varias veces. No
hay misterio alguno, entrenar, entrenar y volver a entrenar.
Samuel ha progresado mucho también, como se
nota que conoce a la perfección estos caminos y sabe donde tiene que apretar y
aflojar. Juanma y yo pues a lo nuestro, el con su ritmo, más flojo de normal y
yo a jugar a aguantar y salvar el día.
Una vez pasado el cerro de gallina bajada
rápida hasta Alhama de Granada, donde hacemos la parada para tomar algo
calentito y de paso visitar su famoso tajo. Increíbles vistas, un lugar
perfecto para pasar las noches de verano y tomar alguna tapita.
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Un merecido descanso contemplando el tajo de Alhama |
Después de un corto descenso a la salida de
Alhama tenemos el primer repecho de apenas 1 km, lo hacemos sin problema y
continuamos en descenso hacia Santa Cruz del Comercio, con una carretera un
poco bacheada. A la salida de Santa Cruz, la carretera es muy buena, ancha y
con un piso excelente pero claro para no ser menos y a la visita del frio, la
niebla también se une un ligero pero molesto viento de cara unas veces y otras
de lado. Seguimos con una buena marcheta y en estos momentos es cuando cometo
el error de dar un relevo a Jorge, el hombre llevaba toda la etapa en cabeza y
bueno con toda mi buena voluntad y dentro de mi modestia, me pongo delante , el
relevo no es largo, me aparto para que pase el siguiente y quien aparece de
nuevo es el halcón de las dos ruedas quien no conforme con el relevo dado, mete
un acelerón al que solo aguanta a duras penas Juanma, yo me quedo detrás de
Samuel que intenta por todos los medios no perder rueda pero es imposible,
entre la ligera pendiente de subida, el viento que pega de lado, la luz roja
que se me enciende la solución dicha ecuación no es otra que pajarón al
cuadrado. Así me quedo descolgado, Samuel lo pierdo de vista y de los dos
primero ni te cuento. No puedo hacer comentarios sobre la subida de Moraleda de
Jorge y Juanma porque mi vista no llegaba a tanto, así que ellos mismos que lo
cuenten. Los km hasta Moraleda, cuesta abajo se me hacen eternos, no veo ni
rastro de ellos, soledad. A la salida de Moraleda allí estaban, esperándome,
cuando paso por su lado me dicen que pare, pero yo no puedo parar, si paro me
quedo tieso, llevaba las piernas más duras que el turrón de Alicante.
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Juanma, vigilante desde la retaguardia |
El camino de vuelta hacia Loja ya es muy
fácil, sin subidas y en ligero descenso, un paseo para ellos recuperando
fuerzas y un calvario para mí, deseando llegar.
A la llegada nos esperaba unas tapitas y
cervecitas preparadas por Samuel, el mejor momento sin duda del día, con los
típicos comentarios y haciendo planes para etapas futuras.
Jorge inmenso, Samuel en alza, Juanma
sufriendo, yo padeciendo y Manolo en la cama, hay que joderse. Manolo espabila
que tu reinado de la montaña te va a durar poco.
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